El problema del sultán
El sultán estaba desesperado, porque no lograba encontrar un nuevo recaudador de impuestos: ¿No hay ningún hombre honrado en este país que pueda recaudar los impuestos sin robar dinero?. Llamo a su consejero más sabio y le explicó el problema.
Mi señor, anuncie que busca un nuevo recaudador - dijo el consejero - y déjeme a mi el resto. Se hizo el anuncio y aquella misma tarde el patio del palacio del sultán estaba lleno de gente.
Salió el consejero y dijo a todos los presentes:
El sultán los va a ver a todos, pero tendrán que pasar de uno en uno por un estrecho comedor que llega a su despacho.
Mi señor, pida que todos los presentes bailen al son de la música - dijo el consejero -.
Al sultán le parecía extraño aquella medida pero accedió, y todos los hombres comenzaron a bailar.
¿Por qué no se mueven más ustedes? - dijo el sultán - . Parece que tienen pies de plomo. Veo que sólo uno salta mientras baila.
Ese hombre será el nuevo recaudador - dijo el consejero - .Llené el comedor de monedas y joyas, y el fue el único que no llenó sus bolsillos con las joyas y monedas robadas..
El sultán había encontrado un hombre honrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario